El pueblo que borr+o Mitch

jueves, 27 de agosto de 2009

El sexo de una atleta en la vitrina mundial

En los últimos días los medios de comunicación a nivel mundial tuvieron otra "gran noticia": informar sobre el logro de una atleta sudafricana, Caster Semenya, de 18 años de edad.
La noticia principal, y que sacudió las redacciones de los medios de comunicación en el mundo, no fue que ganó oro en los 800 metros de pista femeninos. La noticia fue que no se sabía con certeza si en realidad era una mujer.
Su aspecto físico y su enorme fuerza corporal que le valió el oro puso el grito en el cielo.
Una joven de 18 años, sea cual fuere su capacidad física, se ha visto afectada por los comentarios malsanos de algunos medios de comuncación y por algunos comentaristas de talla mundial del deporte que se han ensañado con la joven lanzando la pregunta ¿Será hombre o mujer?.
En su pueblo natal los que la han conocido desde que era una niña no dejan de reir y burlarse cuando escuchan que Semenya podría ser un hombre. Incluso su misma madre gritó a los cuatro vientos que ella la había parido y que si es una mujer.
En estos casos es inevitable, quizas, llegar al amarillismo porque el ser humano le gusta que se haga leña del honor de una persona cuando triunfa.
Lo que los medios de tomaron en cuenta es que se afectó directamente a la atleta y a las mujeres en general. Esto porque se deja al público el sinsabor de que las mujeres son débiles y son incapaces de correr como lo hizo Semenya.
Mientras las autoridades del atletismo mundial siguen investigando el caso, los medios se han detenido a esperar, sin resaltar el verdadero triunfo de Caster Semenya, otra víctima mediática.