El pueblo que borr+o Mitch

martes, 29 de junio de 2010

DOLOR NACIONAL

¡Qué horror¡, lo que pasaron y pasan las víctimas del microbús de la ruta 47 incendiado por pandilleros enloquecidos por nada.
Son incontables e innarrables los crueles momentos que pasaron las víctimas. Al conocer sus historias el corazón se tuerce de una incontenible angustia. Muchas de las vícitmas venían de dar un paseo, otras de traer a sus familiares después de una larga jornada de trabajo.
Aquí sólo pretendo traer a la cuenta las historias humanas que se perdieron en el intento de salir de ese infierno que se formó en la unidad de transporte. De aquella madre que luchó ferozmente por quebrar el fuerte vidrio templado de las ventanas del microbús para lanzar a sus dos hijas a una lluvia de balas, mientras ella moría calcinada por las llamas.
De aquel hombre que como pudo, y exponiendose a las balas, lanzó a su esposa por la ventana. ¿Qué era peor morir entre las llamas o morir entre las balas?. La mayoría optó por lo último.
Al igual que en las torres gemela de Estados Unidos, donde la gente prefirió lanzarse al vacío antes que morir dolorosamente quemados.
Que lección podemos aprender todos: amar a nuestros parientes, a nuestros amigos, a nuestros compañeros de trabajo, amar a los que se pueda amar, porque no sabemos que nos puede traer la vida en este abatido país.