El Salvador está lleno de situaciones inverosimiles. ¿Qué voy a comentar?... cabal, el tema de las sinverguenzadas de los buseros y microbuseros.
¿Cómo es posible que salgan a marchar por San Salvador para protestar porque las autoridades, por fin, les aplican la ley como se debe.
Es increible que protesten porque se les exige que porten su licencia en regla y que paguen las esquelas que deben, las que alguna suman más de 7 mil dólares.
Cuando me ha tocado recibir una esquela por violar la ley de tránsito, he tenido que pagarla porque si no lo hago no puedo refrendar tarjeta de circulación, ni mucho menos renovar mi licencia.
Pero estos señores llegan al colmo de decir que los agentes de tránsito les imponen esquelas "por acoso". ¿Acoso?, pero si basta salir a la ciudad para ver que manejan sin temor a la autoridad, sin temor a las esquelas, total saben que en alguna ocasión los diputados de la Asamblea Legislativa les perdonaron las deudas millonarias.
Ahora los buseros quieren, con el total descaro, manejar sólo con DUI o NIT, !habráse visto semejante petición¡.
Otro motorista, con toda la pinta de un vago, manifiesta que no puede pagar los 5 mil dólares que debe de multas y que se las han puesto "por acoso".
Al verse "topados al cerco" están pidiendo al Gobierno que les de trabajo
comunitario y un plan de pagos. Si se los dan, todos los que manejamos pidamos lo mismo. La Constitución manda aplicar la ley por igual en El Salvador.
No creo que haya un salvadoreño que ha usado o use el transporte público que no haya sido abusado.
Es abuso el llevar el sonido de la música a alto volumen (peor cuando la canción, si se puede llamar asi, habla del "culo baby", pese a que ahi viajan niños), cuando casi lo tiran del bus en las paradas, cuando les roban el vuelto, cuando les insultan por pedir que le bajen velocidad, cuando les dejan en otra parada a la que no iban, cuando corren como almas que llevan el diablo, cuando los obligan a ir en asientos rotos, cuando los atropella y cuando los matan.
Me recuerdo al abuelo de un gran amigo al que un bus de la ruta 34 lo arrolló frente al Parque Infantil. El anciano murió bajo las llantas del cafre y en los tribunales resolvió su problema pagando unos miseros 300 dólares.
Mi amigo mantiene la foto de su amado abuelo en la sala de su casa junto a un poema de Jim Morrison.
Las ultimas acciones de los agentes de tránsito y los miembros de Medicina Legal han evitado que motoristas salgan a conducir buses ebrios, drogados y sin licencia.
Uno de ellos, un motorista de la ruta 116, estaba en estado caso de inconsciencia cuando se disponía a manejar el bus.
El Gobierno tiene la oportunidad histórica de remediar ese problema que ha carcomido al país en lo que yo tengo memoria.
PD: ESTE VIDEO ES APORTE ES DEL MARIACHI OMAR ANGULO
http://www.youtube.com/watch?v=KuF0XQu7nwc
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